miércoles, 4 de enero de 2012

Siempre fui de esas personas que siempre estaba feliz. La verdad esque era una niña muy risueña, creativa e inteligente, también era muy presumida, todos los que me conocían lo sabían. Siempre que me caía, ya desde bien pequeña no me preocupaba de la herida, si no de si me había manchado. Cuando pasaba por delante de mi reflejo siempre tenia que ver si estaba bien peinada , con cada pelo en su sitio. Como esas manías tenia muchas, estar delante del espejo horas; llevar la ropa siempre convinada ... Con el tiempo fui cambiando. Ahora no siempre estoy feliz; puede ser por mal de amores, exámenes con notas bajas, problemas con las amigas, discusiones con mis padres. A la hora de mi carácter cambié menos , sigo teniendo ese mal genio y eses prontos que siempre tuve; siempre me dijeron que servía para mandar. También sigo siendo muy presumida. Me gusta ir bien vestida, con las nuevas tendencias y todo eso. Las manías cambiaron ahora ya no soy tan exigente con ir perfectamente peinada , ni eso. Hasta hace poco pensaba que esto era más que una virtud un defecto y no es así. Es una virtud como otra cualquiera , al menos para mi. ¿Qué quiero decir con todo esto? Pues que por mucho que la gente te llame pija, presumida, y todo lo demás no quiere decir que sea un problema tuyo; si no , uno de ellos por no saber apreciarte. Porque lo único que haces es preocuparte por tu aspecto, y mientras que a la vez seas consciente de que por eso no eres superior , que eres una persona como otra cualquiera sirve.

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